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Odonatos re-visitados

Noviembre 2008
Fotos: insectos del orden Odonata fotografiados en sus diferentes aspectos

Llevo un tiempo dedicado a capturar en fotografías diferentes aspectos de la vida de este grupo de insectos. Mi atracción empezó por una razón bastante simple. En la pesca con mosca, los insectos del orden Odonata, que incluye a todos estos impresionantes alados, es uno de los más relevantes, debido a que se desarrollan en el agua como ninfas y su tamaño y movilidad las hacen una de las presas más apetecidas por las truchas. En palabras simples, todo pescador con mosca que frecuenta algún tipo de lago, debe conocer las etapas inmaduras de estos insectos.

Fue así como comencé a interesarme con mayor detención en este grupo. Conocí diferentes familias y cómo los ejemplares de éstas tienen diferentes costumbres de comportamiento que finalmente inciden en decisiones de estrategias de pesca. Incluso desarrollé un patrón de mosca imitando a un grupo de estos insectos.

Pero mi interés no terminó ahí. Poco a poco fui aprendiendo más detalles de la vida de estos insectos y en particular fui aumentando mi interés por conocer más de su vida como insectos adultos alados. Me fui dando cuenta de que en esta etapa final, en la cual viven un par de meses y luego mueren – luego de aparearse y dar oportunidad a una nueva generación – las diversas especies presentan una sorprendente diversidad de diseños y colores, así como unos aspectos de comportamiento tremendamente llamativos, que sólo ayudan a darles una característica de maravillosos fenómenos dentro del mundo entomológico.

Hace un tiempo ya publiqué una colección de algunas de las fotografías de diversas especies que había capturado en mis excursiones. Hay que destacar que la gran mayoría de éstas las logré a escasos 100 ó 200 metros de mi casa, hecho que ayudó mucho a poder seguir a estos insectos con calma y constancia. Pero esta colección, no sólo fue aumentando en el par de años que ya ha transcurrido, sino que además fui profundizando mi capacidad de naturalista, para encontrar, reconocer, y finalmente fotografiar algunos de sus aspectos de comportamiento más relevantes.

Aprovecho de escribir esto justo en los días en que la actividad de los adultos está aún latente. Fue apenas hace unos pocos días en que logré algunas de las fotografías que muestro a continuación y que lejos de ser la culminación de la búsqueda de estas imágenes por largo tiempo, son meramente la punta del iceberg que poco a poco sigo descubriendo de las fascinantes características de estos insectos.

Colores intensos

Ya había logrado algunos ejemplares con colores llamativos, pero esta nueva temporada de primavera me encontré un parque, bastante cerca de donde trabajo, que curiosamente presenta una inusual abundancia de esta especie de color rojo anaranjado intenso. Su forma me permitió identificarla como parte de la familia Libellulidae.

Las fotografías: Lo primero es ubicar un ejemplar que se pose en una ubicación con buena luz directa y a la vez que me permita manejar una profundidad de campo adecuada para destacar el insecto. Las primeras tres fotos son de diferentes, pero idénticos ejemplares machos, según pude comprobar después. Las primeras dos, al ser tomas más bien laterales, me permitieron trabajar con una mínima profundidad de campo, por lo que busqué enfocar bien sus cuerpos. La tercera foto planteó un desafío adicional, al estar ubicada en diagonal hacia mi cámara. Una profundidad de campo limitada sólo me permitió poner parte del insecto en foco, por lo que me preocupé de hacer que su cabeza fuera el centro, permitiendo así que gran parte de las alas también estuviesen en foco.

Finalmente, aún con poca profundidad de campo, es importante cuidar qué se tiene como fondo de la foto, aunque éste aparezca fuera de foco. En las siguientes dos fotos se ilustra plenamente esta idea. Se ve un ejemplar hembra (de menor intensidad en su color), posado en una rama. El foco correctamente puesto en el insecto permite destacarlo, pero en la primera foto, una rama fuera de foco en el fondo alcanza a distraer el objeto de la imagen. En la segunda foto, cambié el ángulo preocupándome que el fondo fuese totalmente uniforme, logrando así una imagen mucho más limpia y evidente de cuál es el sujeto.

Todas las fotos fueron realizadas con una Nikon SLR y un lente de 300 mm, acercándome lo más posible al insecto. Las fotos no están recortadas y fue el mayor acercamiento que logré con dicho lente.

  

Eclosión

Este era uno de mis mayores anhelos: lograr capturar el proceso de eclosión de una ninfa en un adulto. Me tomó dos años hasta que finalmente me topé con un ejemplar en pleno proceso.

La eclosión ocurre así: la ninfa se acerca por el agua hasta encontrar algún objeto que se asome fuera del agua. Puede ser una roca o una planta. Luego trepa, saliendo del agua hasta ubicarse a unos centímetros fuera de esta y en ese momento, se afirma fuertemente con sus patas. Luego, con diversos esfuerzos con su cuerpo, rompe su exoesqueleto de ninfa justo en el límite entre su espalda y su cabeza y comienza a salir. Este proceso dura varios minutos y es aquí que el insecto hace importantes esfuerzos, muchas veces colgando cabeza atrás, para lograr salir de su estrecho cuerpo de ninfa (fotos 1 y 2). Apenas logra salir, el insecto se endereza y se afirma para estirar poco a poco sus alas y cuerpo (fotos 3 y 4), proceso que puede durar incluso 30 minutos. Finalmente, cuando sus alas se encuentran completamente desplegadas (foto 5), el insecto realiza su primer vuelo alejándose para seguir con su ciclo de vida, ahora como un adulto desarrollado.

Las fotografías: Lo más difícil fue encontrarme con el insecto en pleno proceso. Una vez que logré ubicarlo, armé mi lente de 300 mm, un pequeño trípode y comencé a disparar. Luego de varias pruebas, llegué a la convicción de que dado el día parcial nublado y el lugar en que se encontraba este insecto, lo mejor sería utilizar flash de relleno. Esto me dejó limitado a 1/200 seg como máxima velocidad de obturación, pero el trípode apoyó a la perfección, por lo que no tuve mayor problema.

También consideré el fondo de las fotografías. En la primera fotografía se aprecia que el fondo es el reflejo del cielo en el agua, lo cual es muy claro. A partir de la segunda foto ya establecí el nuevo fondo, cambiándome levemente de posición, de modo de ubicar unas plantas más atrás proyectando su sombra en el agua. Esta combinación de fondo junto al flash de relleno logró la exposición ideal para destacar el insecto en todo su proceso.

Foto 1 Foto 2 Foto 3 Foto 4 Foto 5

Odonatos en vuelo

Eran muchas las fotografías de estos insectos en vuelo que había visto en revistas e Internet. La primera vez que las vi, las consideré un cliché – que ciertamente han pasado a ser – pero nunca me imaginé la dificultad detrás de lograr estas imágenes. En terreno me pude dar cuenta de que estos insectos son poderosos voladores y que es normal que en ciertos momentos se queden en vuelo estático por unos instantes. El desafío con que me topé fue: adivinar esas ocasiones y aún más, tener la cámara lista, enfocada y correctamente encuadrada apenas el insecto se estabilice en el aire.

Luego de varias sesiones de fotografía, resultó evidente que varios ejemplares repiten su rutina de vuelo en ciertos aspectos. Es decir, se posan siempre en una rama o una muy cercana en varias ocasiones y realizan rápidos vuelos de hasta un par de minutos, para volver al mismo lugar. En ocasiones, antes de posarse en ese mismo lugar, realizan un rápido sobrevuelo estático.

Suena fácil, pero aún así no lo es. Piensa que tienes la cámara componiendo un espacio sumamente reducido cerca de una pequeña rama. Tienes apenas unos brevísimos instantes en que el insecto quedará volando en ese recuadro. Tienes que ser capaz de re-enfocar rápidamente y disparar algunas veces con una velocidad tal, que permita congelar las alas.

Las fotografías: Cuando logré entender esta técnica, me tomó cerca de una hora de paciente espera lograr la primera de estas imágenes. Con el tiempo he ido logrando algunas más, pero en todos los casos, existe la necesidad de decidir entre mantener una máxima velocidad de obturación una profundidad de campo que permita tener el insecto en foco, sin tener tiempo de hacer un enfoque con detención. Incluyo en esta selección una foto de dos ejemplares (macho y hembra) en vuelo tándem, relacionado con el proceso de apareo y oviposición, que menciono a continuación.

El sorprendente proceso de apareo

El proceso de apareo, uno de los principales objetivos de estos adultos alados, sexualmente maduros, es realmente sorprendente. Como en diversas especies, el macho y la hembra deben tener un contacto directo sexual para lograr la correcta inseminación de los huevos. Lo curioso del caso de este tipo de insectos es la distribución de los órganos sexuales. En el caso del macho, éste posee órganos genitales primarios y secundarios, utilizando los primeros para generar esperma y luego hacer un traspaso a los secundarios utilizados durante la cópula.

El apareo tiene una secuencia de pasos, que dependiendo de la especie, pueden manifestarse o no, teniendo todas en común la cópula en la cual macho y hembra forman un círculo. Las fotos muestran diferentes pasos:

Primero, el tándem. El macho posee unos ganchos anales con los cuales sujeta firmemente a la hembra detrás de la nuca o protórax, según sea el grupo de insectos. Esto puede ocurrir en vuelo o apoyados en una rama y toma muy poco tiempo. Lo curioso es que estos ganchos sólo permiten sujetar a la hembra de la misma especie, lo cual refuerza la imposibilidad de cópulas con otras especies.

Segundo, la cópula. Estando firmemente sujeta, la hembra curva su abdomen acercando la punta a los genitales secundarios del macho (ubicados por abajo y entre el abdomen y el tórax) para lograr la fecundación. Esta fecundación puede durar varios minutos, dependiendo de la especie.

Las fotografías: Parece simple, pero lograr estas fotografías ha sido otro desafío. Se da muchas veces que esta cópula ocurre en la mitad del día, con mayor probabilidad en días soleados. Dada la posición de estos insectos, hay que lidiar con las sombras. En estas fotos logré resolver el desafío de la sombra sólo parcialmente, por lo que resulta evidente contar con flash de relleno o alguna alternativa para balancear luz y sombra en un par de insectos muy pequeños. El equipo utilizado en estas fotos es el mismo que en las anteriores.

La oviposición

Cuando la hembra ya está fecundada, su principal objetivo es depositar los huevos en el agua, donde la próxima generación se desarrollará sin haber conocido a sus padres. En muchas especies es decisión de la hembra ubicar un lugar adecuado, protegido y con suficiente oxigenación para que los huevos se desarrollen (fotos 1 y 2). De tal manera, la hembra sumerge la punta de su abdomen conteniendo los huevos fecundados y los deposita en el agua.

En otras especies, el macho participa del proceso ya sea manteniéndose cerca de la hembra a modo de protección. O bien, como se ve en la foto 3, manteniendo el tándem post-coital y realizando un vuelo en conjunto con la hembra, en el cual la hembra roza el agua con la punta de su abdomen, soltando los huevos en una rápida maniobra que se repite numerosas veces.

Las fotografías: En el caso de las hembras que se posan con toda tranquilidad a depositar sus huevos – proceso también llamado “oviposición” – lograr las fotografías se limita al desafío de encontrar una hembra en el momento preciso. El caso de la pareja en vuelo tándem, como en la foto 3, la dificultad es muy similar a lo que describo en el proceso de lograr fotografías en pleno vuelo. Hay que ubicar un lugar en el cual los insectos repetirán la fugaz oviposición en varias ocasiones y dejar la cámara lista y dispuesta para lograr las imágenes. En muchos casos, el modo de repetición de fotografías (varios disparos dejando presionado el botón de obturación), es la única manera de apuntar a la posición exacta, ya que la hembra posa la punta de su abdomen apenas por una fracción de segundo, pero lo repite insistentemente en varias ocasiones antes de continuar el vuelo junto al macho a otra ubicación.


Con esta colección de nuevas fotos – algunas de la temporada anterior – siento que mi archivo de Odonatos está mucho más completo, pero siempre hay nuevas tomas, ángulos, momentos, que quiero volver a capturar. Muchas veces ese logro se da con la insistencia en estos meses primaverales de buscar sistemáticamente a estos insectos, ya que una vez terminada esta época, los adultos morirán y dejarán paso a la nueva generación que recién estará volando en un año más.

© 2008 Rodrigo Sandoval - www.RodrigoSandoval.com

 

 

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