|
|
Retrato íntimo de Fauna Salvaje
Agosto 2009
Fotos: Sea Aquarium, Florida, EEUU, Mayo 2008
Una vez más, reconozco que fue en parte un golpe de suerte, pero como ya mencioné antes “la suerte favorece a las mentes preparadas”.
Si bien, tengo una afinidad natural con toda la flora y fauna de los lugares que visito y dedico una buena parte de la jornada a buscar sujetos interesantes y aproximarme con cautela, algunas de las fotos de fauna más dramáticas que tengo han sido de momentos puntuales, casi circunstanciales, en que me he topado de cerca con algunas especies de animales.
Este fue uno de esos momentos. Me encontraba en Miami, haciendo hora por el día, y decidí visitar un parque que conocí casi 30 años antes, cuando viajé por primera vez a esta famosa ciudad con mis padres. El famoso Sea Aquarium.
Confieso que esta visita tuvo más de nostalgia que otra cosa, porque lamento decir que el parque mismo no parece haber evolucionado demasiado en esas tres décadas, sino que mostraba unas atracciones relativamente simples y sin mayor brillo, en contraste con el espectacular despliegue de otros muchos parques de esta zona pro-turística.
Pero de todos modos, un día de paseo por el Sea Aquarium vale la pena, particularmente por las exhibiciones de aves y otras especies en un estado semi-natural, que tienen como novedad – al menos más recientes. Fue así como recorrí un rincón del parque que emulaba excelentemente el hábitat costero de Florida, exhibiendo orgullosamente desde tortugas marinas hasta enormes garzas en una especie de anillo que hacía las veces de laguna. Hermoso. Y las aves, fantásticas.
El momento más curioso no lo tuve en ese sector, sino que cerca de la exhibición de loros, junto a una pileta que albergaba numerosos peces de especies desconocidas para mi, pero sin duda de hábitat tropical – es decir “locales”. Más sorprendente fue ver a esta pequeña garza, un ejemplar de la especie Garza Verde o Green Heron, apostada sólidamente en uno de los bordes de esta pileta, contemplando el agua como si estuviese esperando capturar un pez de un ataque certero.
Lo especial de la situación, como se ve en la siguiente foto, es que si comparan el tamaño de esta diminuta garza, con los robustos peces, era el equivalente a Ásterix esperando comerse un jabalí entero, o más.
Aún así, gracias a la profunda concentración del ave, casi en trance, me permitió acercarme a relativamente poca distancia, y aprovechando el telefoto de 300 mm que andaba trayendo en este día de paseo, colaboró muchísimo con el fotógrafo para lograr algunas fotos de retrato más íntimas que resultaron en unas de las fotos de fauna salvaje más potentes de aquella jornada. Me refiero a “fauna salvaje” con propiedad, dado que estas aves no son domésticas y dada la ubicación del parque era tremendamente factible que este ejemplar haya llegado de los manglares aledaños a buscar comida donde el olor y sonidos parecen hipnotizar a cualquiera. Bueno, cualquiera se alimente de peces frescos.
© 2009 - Rodrigo Sandoval - www.RodrigoSandoval.com
|
|
